La cena influye directamente en la calidad de nuestro sueño. Una cena excesivamente copiosa o pesada, puede provocar dificultad para conciliar el sueño debido a pesadez, reflujo, gases, etc. Por el contrario, una cena demasiado ligera o inexistente, puede ser la causa de una mala noche que termine en un atracón. Por tanto, la cena no debe ser saltada aunque tampoco debe ser una comida copiosa. Las principales características de una cena saludable serán por tanto ligera, nutritiva y completa.